BCN - Sta. Coloma de Cervelló - Colonia Güell


Paseo - La Colònia Güell


La Colonia Güell comenzó a formarse en 1890 a iniciativa del empresario Eusebi Güell en su finca Can Soler de la Torre, situada en el término municipal de Santa Coloma de Cervelló. Allí trasladó la industria textil que tenía en Sants (actualmente municipio de Barcelona).

El interés de alejarse de los conflictos sociales existentes en la ciudad, hizo que la nueva industria -equipada con la más moderna tecnología de la época- se plantease en el marco de una colonia industrial; con las casas de los obreros al lado de la fábrica, integradas en la misma propiedad, constituyendo un núcleo urbano con personalidad propia y con su vida social y económica tutelada por la empresa.

A diferencia de la gran mayoría de colonias industriales de Cataluña, Eusebi Güell procuró mejoras sociales para los trabajadores y aplicó su condición de mecenas de la cultura. Así pues, dotó la Colonia Güell de equipamientos culturales y religiosos e incorporó la corriente modernista a las nuevas construcciones, encargando proyectos a diversos arquitectos, y singularmente a Antoni Gaudí la construcción de la iglesia.

Los albañiles maestros de obra, dejaron también la muestra de su talento en muchos de los edificios, como es especialmente visible en la variedad de cornisas y detalles de las fachadas.

Las colonias industriales estaban concebidas como una organización socioeconómica que tenía como finalidad primera la producción industrial. La fábrica ocupaba la mayor parte del tiempo de los hombres y mujeres de la colonia, para ellos y ellas era la garantía de tener un salario regular en unos tiempos de precariedad económica.
Aun así, el movimiento sindical y las reivindicaciones obreras llegaron a la Colonia con el paso de los años.

A l’inicio de la guerra civil en 1936 la fábrica fue colectivizada y gestionada por sus trabajadores. Acabada la guerra el 1939, fue restituida a la familia Güell, que en 1945 la vendió a la familia Bertrand y Serra.
Durante los años siguientes la colonia continuo la producción industrial y mantuvo la personalidad del núcleo urbano diferenciada del pueblo de Santa Coloma de Cervelló. Este último fue creciendo en población superando la de la Colonia en los años 60.
La Colonia Güell se mantuvo al margen del crecimiento urbanístico descontrolado de los años 60 y 70 al conservarse como una propiedad casi compacta que tenia como objetivo prioritario la producción industrial.
En el marco de la crisis del sector textil, en 1973 la fábrica cesó su actividad, produciendo un gran impacto social en la Colonia. Durante los años siguientes la propiedad se fue vendiendo: la fábrica en fracciones a empresas diversas, las casas a sus habitantes, y los equipamientos y terrenos del entorno a instituciones públicas.



La Iglesia
1 Breve Historia
En 1898, Eusebi Güell, destacado industrial y mecenas de las letras y las artes catalanas, encargo al arquitecto Antoni Gaudí el proyecto de una iglesia para la colonia textil que había fundado en el municipio de Santa Coloma de Cervelló en 1890.
Durante los años siguientes, Gaudí realizó varios estudios previos que culminaron en una maqueta de la iglesia instalada en un pabellón ubicado en el mismo cerro donde se levantaría el edificio.
Finalmente, en 1908 se inicio la construcción del templo. Sin embargo, el ambicioso proyecto, que preveía una iglesia con dos naves, inferior y superior, rematada por diferentes torres laterales y un cimborio central de 40 metros de altura, quedaría inacabado.
En 1914, la familia Güell comunicó a Gaudí que no seguiría financiando las obras en curso y este abandonó el proyecto.
En noviembre del año siguiente, el obispo de Barcelona bendecía la nave inferior, la única que se llegó a construir, hecho que motivaría que la iglesia fuese llamada popularmente cripta. Entre 1915 y 1917, un nuevo constructor cerró la nave superior con muros de ladrillo y tejados de uralita.



2 Obra capital
A pesar de quedar inacabada, la iglesia supone un punto culminante en la obra de Gaudí. Esta edificación incluye, por primera vez de forma unitaria, la practica totalidad de sus innovaciones arquitectónicas.
De esta manera, en la iglesia hallamos ya los arcos de catenaria que, al mismo tiempo que simplifican el problema de las cargas, determinan el uso de muros exteriores con forma de paraboloides hiperbólicos. Al mismo espíritu integrador se deben el tratamiento dinámico y fluido del espacio interior o los mecanismos de fusión del edificio con el medio natural -los distintos niveles de las naves se adaptan a la pendiente del cerro y los materiales son de colores y texturas similares a los del suelo y la vegetación-
Todas estas aportaciones constituyen originales soluciones que responden a la voluntad de síntesis entre planteamiento estructural, técnicas constructivas y formas arquitectónicas, pero que también se enriquecen con el valor estético y simbólico de los elementos puramente ornamentales
3 Artes aplicadas
Además de primordiales innovaciones arquitectónicas y constructivas, la iglesia de la Colònia Güell incluye también numerosos ejemplos del dominio por parte de Gaudí de las artes aplicadas, tanto en lo que se refiere a los elementos del mobiliario como a los puramente ornamentales.
De esta manera, cabe destacar las dos conchas marinas procedentes de Filipinas que realizan la función de pilas de agua bendita.
Sobresalen, así mismo, los bancos con reclinatorio colocados circularmente alrededor del altar mayor. Esta peculiar distribución es posible gracias al espacio único de la nave, cuya fluidez queda realzada por la iluminación procedente de los ventanales.
De diferentes tamaños y con vidrieras de diseño floral, los ventanales incorporan, por la parte exterior de la iglesia, trencadís ornamental y mosaicos de simbología religiosa. Una simbología que también aparece en el porche de entrada, donde además del mosaico de vidrio y cerámica situado sobre el portal, con referencias a la Santísima Trinidad y las virtudes cardinales y teologales, hallamos cruces en cada una de las bóvedas.
4 Materiales
Uno de los elementos más relevantes de la iglesia es la variedad de materiales empleados: piedras basálticas y calizas, ladrillos cerámicos y requemados, escoria de fundición, cerámica, vidrio y diferentes tipos de mortero. Si bien puede parecer un conjunto bastante heterogéneo, su uso concreto demuestra la genialidad de Gaudí cuando se trata de sintetizar las necesidades constructivas del edificio con sus aspectos ornamentales y simbólicos.
En este sentido, los materiales de las diferentes columnas del porche y la nave inferior sirven tanto para obtener la resistencia adecuada a la carga que sujetan en cada caso como para dar a ambos espacios un ritmo dinámico y polivalente.
De la misma manera, los ladrillos y los residuos de fundición de los muros exteriores no sólo cumplen una función constructiva sino que, gracias a su textura tosca y a su color terroso, también integran la iglesia con el medio natural que la rodea. Estos materiales, además, se ajustan al carácter religioso de la obra: son requemados y esto significa que la iglesia ha sido purificada por el fuego, tal y como corresponde a todo lo que se ofrece a Dios.


5 Maqueta polifunicular
Para llevar a cabo las originales soluciones concebidas para la iglesia de la Colonia Güell, Gaudí tuvo que inventar un nuevo método de proyección arquitectónica: la maqueta polifunicular. Gracias a ella, se obtenía una versión visual invertida en 3D de un proyecto que difícilmente se podía representar en los tradicionales planos de dos dimensiones.
El funcionamiento de la maqueta era el siguiente. En un tablón donde se había dibujado la planta de la iglesia se colgaban una serie de cuerdas en los puntos correspondientes al cruce de los muros o al nacimiento de las columnas. A continuación, en el otro extremo de las cuerdas se añadían sacos de perdigones que, al llevar cargas proporcionales al peso real, generaban las curvas de los arcos correspondientes. Una vez definida la estructura del edificio, se forraba la maqueta con papel para obtener las bóvedas y los muros.
Por último, se fotografiaba la maqueta y se realizaban ampliaciones sobre las que Gaudí dibujaba directamente esbozos de las soluciones definitivas de los alzados interiores y exteriores de la iglesia
6 Paraboloide hiperbólico
Una de las principales innovaciones de la iglesia es la introducción, por primera vez en la historia de la arquitectura, de las superficies con forma de paraboloide hiperbólico, utilizadas tanto en los muros como en las bóvedas que unen los arcos del porche.
De gran dinamismo y plasticidad, el carácter inusual de estas superficies radica en el hecho de que son curvas pero, al mismo tiempo, regladas, generadas a partir de las rectas que se trazan entre dos aristas no paralelas. En el caso del porche, además, los paraboloides hiperbólicos permitieron crear bóvedas que son a la vez cóncavas y convexas. Una fisonomía sorprendente que Gaudí recalcó con trozos triangulares de azulejo que marcan tanto las parábolas curvas como líneas rectas.
Como es habitual en buena parte de la obra de Gaudí, la aparente complejidad formal de estas soluciones arquitectónicas respondía a un método constructivo harto sencillo. Bastaba con crear una estructura con tablones de madera que correspondían a las líneas rectas a partir de las cuales se generaba la superficie curva del paraboloide hiperbólico.


LA FABRICA
La antigua fábrica textil ocupaba casi 6 Ha. de superficie en lo que hoy es el Recinto Industrial de la Colonia Güell, el cual está delimitado, como entonces, por un muro perimetral.
La fábrica comenzó a construirse en 1890. Un año después estaba acabado el primer edificio y se puso en funcionamiento la máquina de vapor de la hiladura. En los años siguientes se fueron acabando de construir los otros edificios destinados a los tintes, secaderos, telares, etc. que completaban el proceso de transformación del algodón en panas, terciopelo y velludillo.
La fábrica de la Colonia Güell fue una excepción en las colonias industriales de la época, ya que éstas utilizaban la energía hidráulica de los ríos en cuya ribera se habían implantado. En la Colonia Güell se utilizó desde un principio la máquina de vapor abastecida con carbón como fuente de energía.
El diseño de la fábrica se atribuye a Ferran Alsina, técnico textil y inventor, que se asoció con Eusebi Güell en la antigua fábrica del Vapor Vell de Sants -actualmente Barcelona- donde ya aportó sus innovaciones y sus conocimientos técnicos y de organización de las fábricas inglesas. El traslado de la fábrica a la Colònia Güell vino motivado por la necesidad de ampliar la fábrica de Sants y de encontrar la paz social que garantizara la continuidad del negocio, ya que el propio Ferran Alsina sobrevivió a un atentado en el marco de una huelga de los obreros del Vapor Vell de Sants.
De los edificios de la fábrica destacan por sus características arquitectónicas o constructivas: el de la hiladura, los secaderos, la chimenea, y el depósito de agua. La obra vista de ladrillo es el común denominador de las naves construidas en la primera época. En el interior los espacios eran amplios. Para evitar los muros interiores los techos se sostenían en columnas de hierro colado que soportaban una serie de jácenas.
El edificio de la hiladura se corresponde con el modelo inglés de fábrica de pisos conocido como manchesteriano. Cada piso abarcaba un proceso de la hiladura, por el cual el algodón se convertía en hilo.
Los edificios de los secaderos presentan un aspecto diferente del resto, ya que los ladrillos están colocados en forma de celosía, dejando pasar el aire pero no la luz directa del sol, con la finalidad de secar los tejidos sin que perdiesen el color.
La fábrica cerró en 1973 en el marco de una crisis generalizada del sector textil. En los años siguientes la empresa propietaria fue vendiendo el espacio de la fábrica en pequeñas porciones que acabaron conformando un complejo entramado de usos e instalaciones, llegando a afectar al patrimonio arquitectónico y a la imagen del conjunto.
Con el cambio de siglo, una empresa dedicada a la rehabilitación de patrimonio industrial inició un proceso de compra de los espacios ocupados por pequeñas empresas. Actualmente los edificios más emblemáticos han sido o están en proceso de ser rehabilitados. El proyecto de rehabilitación de los primeros edificios fue redactado por el arquitecto Oscar Tusquets.
Con la rehabilitación, los viejos edificios están recuperando su imagen de obra vista y de testimonio de una época y de un modelo de industria. Ahora están adaptados para acoger nuevas empresas, mayoritariamente del sector de los servicios.
Los espacios y servicios comunes del recinto industrial están gestionados por la Asociación Recinto Industrial de la Colonia Güell, integrada por las empresas propietarias de los espacios del recinto.


EL PUEBLO

El núcleo urbano se construyó a partir de la implantación de la fábrica y hasta los años 30. Posteriormente se hicieron algunas construcciones que no modificaron substancialmente la estructura urbana de la Colonia.
Hay que tener en cuenta que Eusebi Güell, el empresario fundador de la Colonia, quiso crear una colonia industrial en la que los obreros tuviesen acceso a la enseñanza, la cultura y el ocio, así como a viviendas unifamiliares, a diferencia de los densos bloques de pisos habituales en otras colonias.
Como mecenas de la cultura, hizo construir la escuela, la casa del maestro, el ateneo, el teatro Fontova, la iglesia y el centro parroquial, concebidos como edificios al servicio de la gente de la Colonia. En la construcción de estos edificios intervinieron arquitectos adscritos a la corriente modernista, algunos de ellos colaboradores de Gaudí. Esto propició la implantación de edificios singulares de gran belleza, pero también de otros edificios destinados a los obreros que evidencian como los albañiles maestros de obra se contagiaron de las formas y técnicas de los arquitectos, exhibiendo un amplio muestrario de cómo utilizar el ladrillo en muros, fachadas, ventanas, y sobretodo en las cornisas.
Desde el inicio de su construcción, el conjunto del núcleo urbano de la Colonia adoptó una forma de L que tenía – y tiene- en sus extremos la escuela y la iglesia, pasando por el ángulo, donde se encuentra la fábrica. Se puede entender esta estructura como la plasmación de una ideología que quiso crear aquí su modelo de sociedad bajo el paraguas del paternalismo y una indudable vocación productivista.
Además de los edificios singulares y de otros más modestos, con el tiempo se construyeron también viviendas de formas más humildes y simples, incluso en las décadas de 1950 y 1960 alguna en clara disonancia con el conjunto de la Colonia.
La plaza Joan Güell, en la cual se encuentran el ateneo y el teatro Fontova, está presidida justo en el centro por la estatua de Eusebi Güell, el fundador de la Colonia. Esta plaza es aún el centro de la vida social de la Colonia.




EL ENTORNO
La Colonia Güell se implantó en la parte baja de la vertiente de las montañas de Santa Coloma de Cervelló, junto a la carretera que une Sant Boi con Sant Vicenç dels Horts. Esta carretera, colindante con el canal de la derecha del río Llobregat, separaba el llano de huerta regable del valle bajo del Llobregat de los campos de secano que en aquella época se extendían por las faldas de la montaña alternado con algunos pinares.
Sin embargo, la superficie cultivada se ha reducido. En el sector más próximo a la Colonia se cultivan cereales, y más hacia la montaña cerezos. Los pinares se encuentran en el entorno de la escuela y de la iglesia.
El camino de Gaudí es un camino que va desde la entrada de la fábrica hasta la iglesia, pasando por una pineda. Es un lugar utilizado por los vecinos de la Colonia para pasear.
Hay algunos edificios separados del núcleo urbano de la Colònia que el visitante puede observar: la masía de can Julià de la Muntanya, al lado del aparcamiento de visitantes, y la Torre Salbana, entre éstos se encuentra el campo de fútbol de la Colonia.


Torre Salvana
Esta fortificación está documentada a partir del año 992. Su aspecto actual básicamente corresponde al estilo románico del siglo XI-XIII, aunque luego fueron realizadas algunas modificaciones al estilo gótico en el casal adosado. Ciertas reformas se efectuaron en el siglo XVIII. En el siglo XIX fueron añadidas unas apertiras en la torre y la barbacana al estilo neogótico.
Se trata de la antigua torre de defensa avanzada, relacionada con el linaje de los Cervelló, convertida con el tiempo en una masía fortificada que fue conocida en distintas épocas con los nombres diferentes. Desde al año 992 la llamaban la Torre d'Eles; en el siglo XIV la mencionaban como la Torre de Cort o de Sacort. El nombre de la Torre Salvana o la Torre Salbana proviene de la familia de los Salbà (o Salvá) que poseyeron esta masia a finales del siglo XVI y los principios del siglo XVII. El 1628 era señora de la Torre Salbana la baronesa de Rialb, María de Alentorn y de Salbà, casada con Miquel de Rocabertí-Tagamanent-Descoll y de Icard. Por su hija, María de Rocabertí casada con Josep Galcerán de Pinós, la señoría de la Torre Salvana pasó a Miquel de Alentorn. Posteriormente pasa a la descendencia de este, llamada Galcerán. El 1785 muere Josep Esteve Galcerán, marqués de Santa María de Barberá y señor de la Torre Salvana, que era casado con María Josefa de Copons. Hereda su hija Maria Josefa casada con Josep M. Sarriera, conde de Solterra. Luego La Torre Salvana continuó en manos de los marqueses de la Manresana y de Santa María de Barberá...


LA LEYENDA SOBRE LOS SONIDOS ENIGMÁTICOS:
Los datos sobre la historia y las fechas constructivas de esta fortificación son contradictorios. Lo único en que coinciden diferentes autores es que cuando la Torre Salvana quedó abandonada, apareció una leyenda que se cuenta en distintas versiones donde se repite el motivo dominante sobre los sonidos extraños que se oyen dentro de este recinto y en su perímetro exterior.
Se cuenta que todos estos sonidos y los fantasmas provienen de un túnel antiguo que existe debajo de esta fortificación y que lleva hacia una Puerta al Infierno...
    


COMO LLEGAR
Por carretera:
Acceso desde la BV-2002 entre Sant Boi de Llobregat y Santa Coloma de Cervelló