Paseo -
La Colònia Güell
El interés de
alejarse de los conflictos sociales existentes en la ciudad, hizo que la nueva
industria -equipada con la más moderna tecnología de la época- se plantease en
el marco de una colonia industrial; con las casas de los obreros al lado de la
fábrica, integradas en la misma propiedad, constituyendo un núcleo urbano con
personalidad propia y con su vida social y económica tutelada por la empresa.
A diferencia de la
gran mayoría de colonias industriales de Cataluña, Eusebi Güell procuró mejoras
sociales para los trabajadores y aplicó su condición de mecenas de la cultura.
Así pues, dotó la Colonia Güell de equipamientos culturales y religiosos e
incorporó la corriente modernista a las nuevas construcciones, encargando
proyectos a diversos arquitectos, y singularmente a Antoni Gaudí la
construcción de la iglesia.
Los albañiles
maestros de obra, dejaron también la muestra de su talento en muchos de los
edificios, como es especialmente visible en la variedad de cornisas y detalles
de las fachadas.
Las colonias industriales estaban concebidas como una organización socioeconómica que tenía como finalidad primera la producción industrial. La fábrica ocupaba la mayor parte del tiempo de los hombres y mujeres de la colonia, para ellos y ellas era la garantía de tener un salario regular en unos tiempos de precariedad económica.
Aun así, el
movimiento sindical y las reivindicaciones obreras llegaron a la Colonia con el
paso de los años.
A l’inicio de la
guerra civil en 1936 la fábrica fue colectivizada y gestionada por sus
trabajadores. Acabada la guerra el 1939, fue restituida a la familia Güell, que
en 1945 la vendió a la familia Bertrand y Serra.
Durante los años siguientes la
colonia continuo la producción industrial y mantuvo la personalidad del núcleo
urbano diferenciada del pueblo de Santa Coloma de Cervelló. Este último fue
creciendo en población superando la de la Colonia en los años 60.
La Colonia Güell se mantuvo al
margen del crecimiento urbanístico descontrolado de los años 60 y 70 al
conservarse como una propiedad casi compacta que tenia como objetivo
prioritario la producción industrial.
En el marco de la crisis del
sector textil, en 1973 la fábrica cesó su actividad, produciendo un gran
impacto social en la Colonia. Durante los años siguientes la propiedad se fue
vendiendo: la fábrica en fracciones a empresas diversas, las casas a sus
habitantes, y los equipamientos y terrenos del entorno a instituciones
públicas.
1 Breve Historia
En 1898, Eusebi Güell,
destacado industrial y mecenas de las letras y las artes catalanas, encargo al
arquitecto Antoni Gaudí el proyecto de una iglesia para la colonia textil que
había fundado en el municipio de Santa Coloma de Cervelló en 1890.
Durante los años siguientes,
Gaudí realizó varios estudios previos que culminaron en una maqueta de la
iglesia instalada en un pabellón ubicado en el mismo cerro donde se levantaría
el edificio.
Finalmente, en 1908 se inicio
la construcción del templo. Sin embargo, el ambicioso proyecto, que preveía una
iglesia con dos naves, inferior y superior, rematada por diferentes torres
laterales y un cimborio central de 40 metros de altura, quedaría inacabado.
En 1914, la familia Güell
comunicó a Gaudí que no seguiría financiando las obras en curso y este abandonó
el proyecto.
En noviembre del año
siguiente, el obispo de Barcelona bendecía la nave inferior, la única que se
llegó a construir, hecho que motivaría que la iglesia fuese llamada
popularmente cripta. Entre 1915 y 1917, un nuevo constructor cerró la nave
superior con muros de ladrillo y tejados de uralita.
2 Obra capital
A pesar de quedar inacabada,
la iglesia supone un punto culminante en la obra de Gaudí. Esta edificación
incluye, por primera vez de forma unitaria, la practica totalidad de sus
innovaciones arquitectónicas.
De esta manera, en la iglesia
hallamos ya los arcos de catenaria que, al mismo tiempo que simplifican el
problema de las cargas, determinan el uso de muros exteriores con forma de
paraboloides hiperbólicos. Al mismo espíritu integrador se deben el tratamiento
dinámico y fluido del espacio interior o los mecanismos de fusión del edificio
con el medio natural -los distintos niveles de las naves se adaptan a la
pendiente del cerro y los materiales son de colores y texturas similares a los
del suelo y la vegetación-
Todas estas aportaciones
constituyen originales soluciones que responden a la voluntad de síntesis entre
planteamiento estructural, técnicas constructivas y formas arquitectónicas,
pero que también se enriquecen con el valor estético y simbólico de los
elementos puramente ornamentales
3 Artes aplicadas
Además de primordiales
innovaciones arquitectónicas y constructivas, la iglesia de la Colònia Güell
incluye también numerosos ejemplos del dominio por parte de Gaudí de las artes
aplicadas, tanto en lo que se refiere a los elementos del mobiliario como a los
puramente ornamentales.
De esta manera, cabe destacar
las dos conchas marinas procedentes de Filipinas que realizan la función de
pilas de agua bendita.
Sobresalen, así mismo, los
bancos con reclinatorio colocados circularmente alrededor del altar mayor. Esta
peculiar distribución es posible gracias al espacio único de la nave, cuya
fluidez queda realzada por la iluminación procedente de los ventanales.
De diferentes tamaños y con
vidrieras de diseño floral, los ventanales incorporan, por la parte exterior de
la iglesia, trencadís ornamental y mosaicos de simbología religiosa. Una
simbología que también aparece en el porche de entrada, donde además del
mosaico de vidrio y cerámica situado sobre el portal, con referencias a la
Santísima Trinidad y las virtudes cardinales y teologales, hallamos cruces en
cada una de las bóvedas.
4 Materiales
Uno de los elementos más
relevantes de la iglesia es la variedad de materiales empleados: piedras
basálticas y calizas, ladrillos cerámicos y requemados, escoria de fundición,
cerámica, vidrio y diferentes tipos de mortero. Si bien puede parecer un
conjunto bastante heterogéneo, su uso concreto demuestra la genialidad de Gaudí
cuando se trata de sintetizar las necesidades constructivas del edificio con
sus aspectos ornamentales y simbólicos.
En este sentido, los
materiales de las diferentes columnas del porche y la nave inferior sirven
tanto para obtener la resistencia adecuada a la carga que sujetan en cada caso
como para dar a ambos espacios un ritmo dinámico y polivalente.
De la misma manera, los
ladrillos y los residuos de fundición de los muros exteriores no sólo cumplen
una función constructiva sino que, gracias a su textura tosca y a su color
terroso, también integran la iglesia con el medio natural que la rodea. Estos
materiales, además, se ajustan al carácter religioso de la obra: son requemados
y esto significa que la iglesia ha sido purificada por el fuego, tal y como
corresponde a todo lo que se ofrece a Dios.
5 Maqueta polifunicular
Para llevar a cabo las
originales soluciones concebidas para la iglesia de la Colonia Güell, Gaudí
tuvo que inventar un nuevo método de proyección arquitectónica: la maqueta
polifunicular. Gracias a ella, se obtenía una versión visual invertida en 3D de
un proyecto que difícilmente se podía representar en los tradicionales planos
de dos dimensiones.
El funcionamiento de la
maqueta era el siguiente. En un tablón donde se había dibujado la planta de la
iglesia se colgaban una serie de cuerdas en los puntos correspondientes al
cruce de los muros o al nacimiento de las columnas. A continuación, en el otro
extremo de las cuerdas se añadían sacos de perdigones que, al llevar cargas
proporcionales al peso real, generaban las curvas de los arcos
correspondientes. Una vez definida la estructura del edificio, se forraba la
maqueta con papel para obtener las bóvedas y los muros.
Por último, se fotografiaba la
maqueta y se realizaban ampliaciones sobre las que Gaudí dibujaba directamente
esbozos de las soluciones definitivas de los alzados interiores y exteriores de
la iglesia
6 Paraboloide hiperbólico
Una de las principales
innovaciones de la iglesia es la introducción, por primera vez en la historia
de la arquitectura, de las superficies con forma de paraboloide hiperbólico,
utilizadas tanto en los muros como en las bóvedas que unen los arcos del
porche.
De gran dinamismo y
plasticidad, el carácter inusual de estas superficies radica en el hecho de que
son curvas pero, al mismo tiempo, regladas, generadas a partir de las rectas
que se trazan entre dos aristas no paralelas. En el caso del porche, además,
los paraboloides hiperbólicos permitieron crear bóvedas que son a la vez
cóncavas y convexas. Una fisonomía sorprendente que Gaudí recalcó con trozos
triangulares de azulejo que marcan tanto las parábolas curvas como líneas
rectas.
Como es habitual en buena parte
de la obra de Gaudí, la aparente complejidad formal de estas soluciones
arquitectónicas respondía a un método constructivo harto sencillo. Bastaba con
crear una estructura con tablones de madera que correspondían a las líneas
rectas a partir de las cuales se generaba la superficie curva del paraboloide
hiperbólico.
LA FABRICA
La antigua fábrica textil
ocupaba casi 6 Ha .
de superficie en lo que hoy es el Recinto Industrial de la Colonia Güell, el
cual está delimitado, como entonces, por un muro perimetral.
La fábrica comenzó a
construirse en 1890. Un año después estaba acabado el primer edificio y se puso
en funcionamiento la máquina de vapor de la hiladura. En los años siguientes se
fueron acabando de construir los otros edificios destinados a los tintes,
secaderos, telares, etc. que completaban el proceso de transformación del
algodón en panas, terciopelo y velludillo.
La fábrica de la Colonia Güell
fue una excepción en las colonias industriales de la época, ya que éstas
utilizaban la energía hidráulica de los ríos en cuya ribera se habían
implantado. En la Colonia Güell se utilizó desde un principio la máquina de
vapor abastecida con carbón como fuente de energía.
El diseño de la fábrica se
atribuye a Ferran Alsina, técnico textil y inventor, que se asoció con Eusebi
Güell en la antigua fábrica del Vapor Vell de Sants -actualmente Barcelona-
donde ya aportó sus innovaciones y sus conocimientos técnicos y de organización
de las fábricas inglesas. El traslado de la fábrica a la Colònia Güell vino
motivado por la necesidad de ampliar la fábrica de Sants y de encontrar la paz
social que garantizara la continuidad del negocio, ya que el propio Ferran
Alsina sobrevivió a un atentado en el marco de una huelga de los obreros del
Vapor Vell de Sants.
De los edificios de la fábrica
destacan por sus características arquitectónicas o constructivas: el de la
hiladura, los secaderos, la chimenea, y el depósito de agua. La obra vista de
ladrillo es el común denominador de las naves construidas en la primera época.
En el interior los espacios eran amplios. Para evitar los muros interiores los
techos se sostenían en columnas de hierro colado que soportaban una serie de
jácenas.
El edificio de la hiladura se
corresponde con el modelo inglés de fábrica de pisos conocido como manchesteriano.
Cada piso abarcaba un proceso de la hiladura, por el cual el algodón se
convertía en hilo.
Los edificios de los secaderos
presentan un aspecto diferente del resto, ya que los ladrillos están colocados
en forma de celosía, dejando pasar el aire pero no la luz directa del sol, con
la finalidad de secar los tejidos sin que perdiesen el color.
La fábrica cerró en 1973 en el
marco de una crisis generalizada del sector textil. En los años siguientes la
empresa propietaria fue vendiendo el espacio de la fábrica en pequeñas
porciones que acabaron conformando un complejo entramado de usos e
instalaciones, llegando a afectar al patrimonio arquitectónico y a la imagen
del conjunto.
Con el cambio de siglo, una
empresa dedicada a la rehabilitación de patrimonio industrial inició un proceso
de compra de los espacios ocupados por pequeñas empresas. Actualmente los
edificios más emblemáticos han sido o están en proceso de ser rehabilitados. El
proyecto de rehabilitación de los primeros edificios fue redactado por el
arquitecto Oscar Tusquets.
Con la rehabilitación, los
viejos edificios están recuperando su imagen de obra vista y de testimonio de
una época y de un modelo de industria. Ahora están adaptados para acoger nuevas
empresas, mayoritariamente del sector de los servicios.
Los espacios y servicios
comunes del recinto industrial están gestionados por la Asociación Recinto
Industrial de la Colonia Güell, integrada por las empresas propietarias de los
espacios del recinto.
EL PUEBLO
El
núcleo urbano se construyó a partir de la implantación de la fábrica y hasta
los años 30. Posteriormente se hicieron algunas construcciones que no
modificaron substancialmente la estructura urbana de la Colonia.
Hay que tener en cuenta que
Eusebi Güell, el empresario fundador de la Colonia , quiso crear una colonia industrial en la
que los obreros tuviesen acceso a la enseñanza, la cultura y el ocio, así como
a viviendas unifamiliares, a diferencia de los densos bloques de pisos
habituales en otras colonias.
Como mecenas de la cultura,
hizo construir la escuela, la casa del maestro, el ateneo, el teatro Fontova,
la iglesia y el centro parroquial, concebidos como edificios al servicio de la
gente de la Colonia. En
la construcción de estos edificios intervinieron arquitectos adscritos a la
corriente modernista, algunos de ellos colaboradores de Gaudí. Esto propició la
implantación de edificios singulares de gran belleza, pero también de otros
edificios destinados a los obreros que evidencian como los albañiles maestros
de obra se contagiaron de las formas y técnicas de los arquitectos, exhibiendo
un amplio muestrario de cómo utilizar el ladrillo en muros, fachadas, ventanas,
y sobretodo en las cornisas.
Desde el inicio de su
construcción, el conjunto del núcleo urbano de la Colonia adoptó una forma de L
que tenía – y tiene- en sus extremos la escuela y la iglesia, pasando por el
ángulo, donde se encuentra la fábrica. Se puede entender esta estructura como
la plasmación de una ideología que quiso crear aquí su modelo de sociedad bajo el
paraguas del paternalismo y una indudable vocación productivista.
Además de los edificios
singulares y de otros más modestos, con el tiempo se construyeron también
viviendas de formas más humildes y simples, incluso en las décadas de 1950 y
1960 alguna en clara disonancia con el conjunto de la Colonia.
La plaza Joan Güell, en la
cual se encuentran el ateneo y el teatro Fontova, está presidida justo en el
centro por la estatua de Eusebi Güell, el fundador de la Colonia. Esta plaza
es aún el centro de la vida social de la Colonia.
EL ENTORNO
Sin embargo, la superficie
cultivada se ha reducido. En el sector más próximo a la Colonia se cultivan
cereales, y más hacia la montaña cerezos. Los pinares se encuentran en el
entorno de la escuela y de la iglesia.
El camino de Gaudí es un
camino que va desde la entrada de la fábrica hasta la iglesia, pasando por una
pineda. Es un lugar utilizado por los vecinos de la Colonia para pasear.
Hay algunos edificios
separados del núcleo urbano de la
Colònia que el visitante puede observar: la masía de can
Julià de la Muntanya ,
al lado del aparcamiento de visitantes, y la Torre Salbana , entre
éstos se encuentra el campo de fútbol de la Colonia.
Torre Salvana
Esta
fortificación está documentada a partir del año 992. Su aspecto actual
básicamente corresponde al estilo románico del siglo XI-XIII, aunque luego
fueron realizadas algunas modificaciones al estilo gótico en el casal adosado.
Ciertas reformas se efectuaron en el siglo XVIII. En el siglo XIX fueron
añadidas unas apertiras en la torre y la barbacana al estilo neogótico.
Se
trata de la antigua torre de defensa avanzada, relacionada con el linaje de los
Cervelló, convertida con el tiempo en una masía fortificada que fue conocida en
distintas épocas con los nombres diferentes. Desde al año 992 la llamaban la Torre d'Eles; en el siglo
XIV la mencionaban como la Torre
de Cort o de Sacort. El nombre de la Torre Salvana o la Torre Salbana
proviene de la familia de los Salbà (o Salvá) que poseyeron esta masia a
finales del siglo XVI y los principios del siglo XVII. El 1628 era señora de la Torre Salbana la
baronesa de Rialb, María de Alentorn y de Salbà, casada con Miquel de
Rocabertí-Tagamanent-Descoll y de Icard. Por su hija, María de Rocabertí casada
con Josep Galcerán de Pinós, la señoría de la Torre Salvana pasó a
Miquel de Alentorn. Posteriormente pasa a la descendencia de este, llamada
Galcerán. El 1785 muere Josep Esteve Galcerán, marqués de Santa María de
Barberá y señor de la
Torre Salvana , que era casado con María Josefa de Copons.
Hereda su hija Maria Josefa casada con Josep M. Sarriera, conde de Solterra.
Luego La Torre Salvana
continuó en manos de los marqueses de la Manresana y de Santa María de Barberá...
Los datos sobre la historia y
las fechas constructivas de esta fortificación son contradictorios. Lo único en
que coinciden diferentes autores es que cuando la Torre Salvana quedó
abandonada, apareció una leyenda que se cuenta en distintas versiones donde se
repite el motivo dominante sobre los sonidos extraños que se oyen dentro de
este recinto y en su perímetro exterior.
Se
cuenta que todos estos sonidos y los fantasmas provienen de un túnel antiguo
que existe debajo de esta fortificación y que lleva hacia una Puerta al
Infierno...
COMO LLEGAR
Por carretera:
Acceso desde la BV-2002 entre Sant Boi de Llobregat y Santa Coloma
de Cervelló